Dios nos llama como familias a crecer en la fe |
1. Lectura
Bíblica: Proverbios 29:18
2. Meditación
familiar:
Fe. Una palabra pequeña. Tan solo dos letras. Un
significado enorme, como un océano. Fe. La pequeña palabrita la repitió Laura
no solo una sino miles de veces. Fe para salvar su matrimonio. Fe en los
momentos en los que la soledad de su habitación se tornaba más densa y parecía
que jamás llegaría el sosiego. Fe para no renunciar cuando desvelada y al filo
de la madrugada, terminaba por abandonarse a la resignación. Su marido no
llegaba. Sin duda, otra nueva aventura en su historial de amoríos con los que
minaba cada vez más la relación.
Y esa
fe en la que se afincó, que la motivó a orar cuando ni siquiera quería volver
sus ojos al cielo, fue la que salvó la relación.
Rodolfo
llegó un sábado en la tarde totalmente decepcionado. Largos años de desenfreno
le habían agigantado el enorme vacío que dominaba su corazón. Y no solo le
pidió perdón sino que le rogó una nueva oportunidad. Tan cambiado estaba que
soportó con estoicismo la cascada de reclamaciones de su mujer. Hoy día no solo
están juntos sino que no hay fin de semana que no procuren estar juntos. ¡Dios
obró el milagro!
Y es
que esa fe de la que tanto hablamos, está ausente de nuestras familias. Cuando
vamos al libro de las familias victoriosas que es la Biblia, leemos un sabio
consejo del rey Salomón: “Cuando la
gente no acepta la dirección divina, se desenfrena. Pero el que obedece la ley
es alegre.”(Proverbios 29:18. NTV)
Son apenas dos líneas pero encierran
una profunda enseñanza que cobra especial vigencia hoy: Si Dios no reina en
nuestra vida, estamos condenados a ir al abismo, a nivel personal y familiar.
No obstante, quien decide abrirle las puertas de su hogar a Dios, encontrará
salida a las dificultades. ¿De qué manera? Poniendo en práctica la fe. Fe que
nos hace vencedores. Fe que hace posible lo imposible. Fe que cambia las
circunstancias.
Leí
en uno de los libros de Joel Osteen, una reflexión que comparto con usted: “Mi deseo es hablar de fe para sembrarla en
la vida de los demás, animándoles cuando estén desanimados, promoviendo la
generación de semillas de grandeza, las que Dios ha plantado en su interior,
asegurándoles que lo mejor está por venir…”(Joel Osteen. “Este es tu momento”.
Editorial Free Press. 2009. EE.UU. Pg. 5)
La
fe es la que nos ayuda a creer que todo puede ser diferente, en la esfera
personal y familiar, aun cuando las circunstancias digan lo contrario. La fe es
la que nos concede el valor para superar los obstáculos. Fe para que lo
imposible se haga posible. Es la fe que necesitamos y que Dios nos concede
diariamente.
Si no ha recibido a Cristo como Señor y
Salvador hoy es el día para que lo haga. Puedo asegurarle que no se
arrepentirá.
3. Oración
familiar:
“Amado Dios, reconocemos como
familia que si ti, nada somos. Si hemos logrado permanecer unidos y en victoria
es porque nos has dado la fortaleza, el valor y la humildad para encontrar
salidas a las crisis cuando tocaron a nuestra puerta. Sometemos esta jornada en
tus manos y te pedimos que nos sigas acompañando. Amén”
4. Una Meta
familiar para hoy:
Depositaré toda mi fe en Dios, en la certeza de que Él
hará algo especial con mi cónyuge y mis hijos trayendo cambio.
Léanos en www.guerraespiritual.org y www.bosquejosparasermones.com
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