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Dios no acepta el machismo en el hogar |
“Llevo
13 años de matrimonio. No puedo negar que mi esposo es un buen hombre, lo que
no deja de lado jamás es su machismo. No desaprovecha la oportunidad para
hacerme sentir mal por mi condición de mujer. Incluso, y como va a la Iglesia,
me cita la Biblia. Desconozco cuántas mujeres enfrentan la misma situación,
pero es desalentador mi panorama. La relación por momentos llega a tornarse
tensa, insostenible.”
L.M.G.,
desde Guayaquil, Ecuador
Respuesta:
La situación de mujeres enfrentando el machismo de sus
esposos no es nueva, particularmente en países de Latinoamérica, y el fenómeno
tiende a crecer. Sin lugar a equívocos podríamos decir que los matrimonios
están en crisis. No todos, pero buena parte de ellos. ¿A qué se debe esta
situación? Al desorden que impera y que ha llevado a desconocer y valorar la
función de otro.
El
esposo debe orientar, guiar y amar a su familia, partiendo de su esposa. Ella a
su vez, se sujeta al esposo no para ser subyugada y perder toda oportunidad de
pensar y decidir, sino para constituirse en ayuda idónea. Es esencial que
revisemos los rolles de la pareja y aprendamos –de acuerdo con las
Escrituras—el papel que juega la esposa en la relación.
Cuando
vamos a las Escrituras encontramos que la relación de pareja se fundamenta en
reconocer, valorar y respetar la posición de cada uno de los cónyuges.
¿Cómo
entender la sujeción? En primer lugar es importante anotar que la sujeción
mutua forma parte del esquema matrimonial (Efesios 5:21), y se orienta en dos
sentidos: Sujeción a Dios, y sujeción entre los cónyuges.
La
sujeción mutua al interior de la relación de pareja está en el plan de Dios
(Efesios 5:22), pero entendamos algo: Una esposa se sujeta a su marido en
reconocimiento del papel que él juega en el hogar (Colosenses 3.18). Ligado a
esto es esencial aclarar que la sujeción de la esposa no puede ser interpretada
como sometimiento o subyugación
De
acuerdo con las Escrituras, la sujeción de la esposa es una forma de
testimoniar que se trata de una mujer cristiana (1 Pedro 3:1). Es reconocer el
orden establecido para la familia, y constituye una forma de testimoniar de
Cristo al esposo.
Una relación de
compromiso
La relación de pareja se afianza con el compromiso del
esposo de brindar cuidado a su cónyuge e hijos. El que la esposa acepte
sujetarse a su marido debe ser apreciado desde una perspectiva cristiana y no
machista (Efesios 5.23)
El
apóstol Pablo ilustra la relación de pareja con la relación de Cristo y su
iglesia (Efesios 5:24). Deja claro que el esposo es cabeza en el hogar y debe
tener especial cuidado de su cónyuge y de los hijos
Las Escrituras establecen un imperativo para
los esposos: Amar a su cónyuge (Efesios 5:25-27). El amor del esposo hacia su
cónyuge se expresa con comprensión y apoyo, sin asperezas (Colosenses 3.19)
Es
importante resaltar aquí que el buen trato que le da el esposo a su cónyuge
testimonia de su vida cristiana
¿De
dónde podemos inferir esta enorme responsabilidad y compromiso del marido? De
las propias Escrituras. El esposo debe amar, cuidar, proteger y tratar con
especial cuidado a su cónyuge (1 Pedro 3.7). Esto implica tratar a la esposa
con sabiduría y concederle el honor y lugar que le corresponde.
Una sola carne
No
podemos olvidar que en la relación de pareja el esposo y la esposa se
convierten en una “sola carne”.
Amar a la esposa es fundamental. Si expresamos
un sentimiento destructivo hacia ella es tanto como atentar contra nuestro
propio cuerpo (Efesios 5.28). Enfatizo en lo que dice el texto:“El que ama a su esposa, a sí mismo se ama”
Otro
aspecto importante es tener en cuenta que así como cuidamos nuestro cuerpo, y
el Señor Jesús cuidad de su esposa, la Iglesia, debemos cuidar de nuestro
cónyuge (Efesios 5:29). No podemos
perder de vista el hecho de que junto con nuestra esposa somos “una sola carne” (Efesios 5:31-33).
Y por
último, no olvide que es a través de dos pasos que logramos éxito a nivel
familiar: El primero, concederle a Dios el primer lugar, y el segundo, oración
a nivel familiar. Puedo asegurarle que son cimientos infalibles que le llevarán
a la victoria siempre.
Léanos en www.guerraespiritual.org y www.bosquejosparasermones.com