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Por Fernando Alexis Jiménez
Dios nos ama. También ama a nuestra
familia. En conjunto, somos muy especiales para Él. Y está dispuesto a escuchar
nuestras oraciones y proveernos para las necesidades, como dicen las
Escrituras: “Porque sacia al alma
menesterosa, y llena de bien al
alma hambrienta.”(Salmo 107:9)
Le invito a considerar lo que nos enseña
el autor y conferencista, Charles Stanley: “Toda
persona es una creación hermosa y especial, junto con necesidades y deseos
particulares. Hay, no obstante, algunas necesidades que podemos llamar
universales. Son cosas que todas las personas necesitan en sus vidas:
1.- Sentido de pertenencia. Todo el mundo anhela formar parte de algo. El regocijo que usted
siente cuando está rodeado de familiares y amigos, es una evidencia de esta
verdad. El malestar asociado con mudarse a un trabajo o una casa donde nadie le
conoce, revela cuán poderosa es esta necesidad en nuestras vidas.
2.- Sentido de valía. Para todos nosotros es muy importante poder decir: “Yo soy
valorado”. Sin embargo, muchas personas no están convencidas de que esto sea
verdad, pues una baja autoestima les ha robado el gozo del Señor en sus vidas.
3.- Sentido de competencia
personal. Necesitamos saber con certeza que podemos realizar las tareas
que Dios pone delante de nosotros. La falta de confianza en su poder y su
provisión en nuestras vidas, puede ser desastrosa.
Cristo respondió a cada una de estas
necesidades en la cruz, y por tanto, hoy formamos parte de la familia de
nuestro Padre celestial. Tenemos valor porque Jesús pagó un gran precio por
nuestra salvación. Y somos competentes porque Dios ha enviado a su Santo
Espíritu para habitar en nosotros y darnos poder.
Estas tres áreas, que deben ser llenadas
con el poder de Dios, deben también incluir a su familia. Nuestro amado
Salvador afecta positiva y transformadoramente, no solo nuestra vida sino
también la de nuestro entorno en el hogar, y a todos los que forman parte de
ese círculo maravilloso con el que nos ha bendecido.
La carencia de alguna de estas áreas
tendrá un impacto negativo en el crecimiento espiritual del creyente. ¿Está
usted luchando con alguna de ellas? Exponga sus necesidades delante del Señor
hoy, y confíe en que Él le hará la persona que quiere que usted sea”.
Nuestro deseo es que usted tome la mejor
decisión de su vida: Recibir a Jesucristo como Señor y Salvador. No se
arrepentirá.
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