mayo 2014

Dios desea que experimentemos una vida plena
Fernando Alexis Jiménez

¿Les conté alguna vez que en cierta ocasión casi me deja el avión por cuestión de segundos? Debía viajar a Bogotá, en Colombia, y por ese ir y venir con afanes, dejé los documentos. Me percaté del olvido estando en el aeropuerto. Sólo quedaba una hora para traerlos. Quien me acompaña se regresó a la oficina, atravesando raudo en el auto toda la ciudad.
Por mi parte, no hacía otra cosa que mirar el reloj. Los minutos transcurrían más rápido de lo que hubiera querido. El segundero le iba pisando los talones al minutero y pronto el espacio se iba agotando. Pronto estaba a las puertas de abordar, en el límite. La funcionaria de la aerolínea llamaba a embarcar.
Y justo cuando estaba llegando a la frontera de lo inevitable, llegó el mensajero con los documentos. ¡Pude registrarme y recibir los tiquetes! Llegué a la aeronave cuando estaban por cerrar la puerta.
¿Le ha ocurrido alguna vez? Probablemente. Creo que a todos nos ha ocurrido. El mayor problema es que andamos de aquí para allá, corriendo, sin darnos cuenta que poco a poco el tiempo transcurre y nada sacamos con el afán.
Hace siglos el autor sagrado compuso unas líneas que toman particular vigencia hoy: En tu mano están mis tiempos; líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.”(Salmo 31:15)
Dios tiene el control de absolutamente todo cuanto nos ocurre, y sabe qué nos conviene y qué no. Por ese motivo lo mejor que deberíamos hacer cada día, es someter en Sus poderosas manos nuestra vida, nuestros planes y nuestros proyectos; ligado a esa decisión, aprender a esperar en Dios. Esperar Su tiempo.
Otro elemento que debemos aplicar en nuestra existencia es vivir el presente; nos evita estar atados al pasado o morir pensando en lo que ocurrirá mañana.
Precisamente tengo en mis manos la cita de un libro que leí, en la cual el teólogo jesuita, Anthony de Mello, hace una muy buena reflexión que comparto con ustedes: “La inmensa mayoría de personas viven excesivamente en sus cabezas tienen en cuenta los pensamientos y fantasías que emergen en ella pero no son muy poco conscientes de la actividad de sus sentidos. Por esta forma de proceder, rara vez viven en el momento presente. Por esta forma de proceder rara vez viven en el momento presente. Casi siempre se sitúan en el pasado o en el futuro. En el pasado lamentando viejos errores, sintiéndose culpables de antiguos pecados, complaciéndose morosamente en triunfos pasados, recordando injurias que alguna persona les causó. O en el futuro, temiendo posibles calamidades y desgracias, anticipando futuras alegrías o soñando con acontecimientos venideros.”(Anthony de Mello. “Sadhana, un camino de oración”. Editorial “Sal Terrae”. 2006. España. Pg. 16)
Vivir el presente, el ahora, sin afanes, confiando en Dios. No seguir atados al ayer ni lo que vendrá. Sólo el Presente, pero en Dios, disfrutando cada instante. ¿Podríamos hacerlo? Estoy seguro que sí, y nos ahorraría dolores de cabeza. Basta con decidirnos a vivir el momento y dejar atrás las preocupaciones. El Dios de poder en el que hemos creído, desea ayudarnos.
Si no ha recibido a Jesucristo en su corazón, hoy es el día para que lo haga. Puedo asegurarle que no se arrepentirá. Prendidos de la mano de Jesucristo llegamos siempre a nuevos niveles de crecimiento personal y espiritual. Ábrale hoy las puertas de su corazón a Jesucristo. No se arrepentirá. 

No podemos seguir permitiendo que siga imperando el machismo
en el hogar

1.  Lectura Bíblica: Efesios 5:21-30; 1 Pedro 3:1-7

2. Objetivos:

2.1. Que al término de la reunión de Célula Familiar los asistentes comprendan la necesidad de brindar un trato apropiado y respetuoso a la esposa.
2.2. Que al término de la reunión de Célula Familiar los asistentes aprendan el principio de llevar una buena relación de familia como está en el Plan de Dios.
2.3. Que al término de la reunión de Célula Familiar los asistentes asuman el compromiso de aplicar correctivos cuando adviertan que en su hogar hay un comportamiento machista.

3. Desarrollo del tema:

Muchos de los problemas matrimoniales tienen su origen en diversos factores: incompatibilidad que impide el entendimiento en la pareja, dificultades económicas, antagonismo en el carácter, y uno aspecto que sigue latente en la relación conyugal: el machismo. ¿De qué manera nos afecta?¿Está permitido de acuerdo con las Escrituras?¿Cómo perjudica el machismo en la relación de pareja y en el interactuar con los hijos? Es el punto esencial alrededor del cual gira la Lección para Célula Familiar de hoy.

3.1. Un problema latente en nuestro tiempo

La situación de mujeres enfrentando el machismo de sus esposos no es nueva, particularmente en países de Latinoamérica, y el fenómeno tiende a crecer. Sin lugar a equívocos podríamos decir que los matrimonios están en crisis. No todos, pero buena parte de ellos. ¿A qué se debe esta situación? Al desorden que impera y que ha llevado a desconocer y valorar la función de otro.  El esposo tiene una ocupación específica en el hogar y la esposa otra, aunque son complemento mutuo.
            El esposo debe orientar, guiar y amar a su familia, partiendo de la relación de debe sostener con su esposa. Ella a su vez, se sujeta al esposo no para ser subyugada y perder toda oportunidad de pensar y decidir, sino para constituirse en ayuda idónea. Es esencial que revisemos los rolles de la pareja y aprendamos –de acuerdo con las Escrituras—el papel que juega la esposa en la relación.
            Cuando vamos a las Escrituras encontramos que la relación de pareja se fundamenta en reconocer, valorar y respetar la posición de cada uno de los cónyuges.
            ¿Cómo entender la sujeción? En primer lugar es importante anotar que la sujeción mutua forma parte del esquema matrimonial: Es más, sométanse unos a otros por reverencia a Cristo.”(Efesios 5:21. NTV). Esta instrucción del apóstol Pablo se orienta en dos sentidos: Sujeción a Dios, y sujeción entre los cónyuges.
            La sujeción mutua al interior de la relación de pareja está en el plan de Dios (Efesios 5:22), pero entendamos algo: Una esposa se sujeta a su marido en reconocimiento del papel que él juega en el hogar como lo podemos leer en las Escrituras: Esposas, sujétese cada una a su esposo como corresponde a quienes pertenecen al Señor.” (Colosenses 3.18. NTV). Una mujer que pretende gobernar a su marido, no solo desconoce el liderazgo que el Señor le concedió a Él, sino que además va en contravía del plan divino. Ligado a esto es esencial aclarar que la sujeción de la esposa no puede ser interpretada como sometimiento o subyugación, porque de acuerdo con las propias Escrituras, el esposo está llamado a amar a su cónyuge: “Maridos, ame cada uno a su esposa y nunca la trate con aspereza.”(Colosenses 3:19. NTV)
            De acuerdo con las Escrituras, la sujeción de la esposa es una forma de testimoniar que se trata de una mujer cristiana (Leer 1 Pedro 3:1). Es reconocer el orden establecido para la familia, y constituye una forma de testimoniar de Cristo al esposo.

3.2. Una relación de compromiso

La relación de pareja se afianza con el compromiso del esposo de brindar cuidado a su cónyuge e hijos. El que la esposa acepte sujetarse a su marido debe ser apreciado desde una perspectiva cristiana y no machista: “…porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la iglesia. Él es el Salvador de su cuerpo, que es la iglesia.”(Efesios 5.23)
            El apóstol Pablo ilustra la relación de pareja con la relación de Cristo y su iglesia (Efesios 5:24). Deja claro que el esposo es cabeza en el hogar y debe tener especial cuidado de su cónyuge y de los hijos
             Las Escrituras establecen un imperativo para los esposos: Amar a su cónyuge: Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella 26a fin de hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de Dios.*  27Lo hizo para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni ningún otro defecto. Será, en cambio, santa e intachable. ” (Efesios 5:25-27). El amor del esposo hacia su cónyuge se expresa con comprensión y apoyo, sin asperezas (Colosenses 3.19)
            Es importante resaltar aquí que el buen trato que le da el esposo a su cónyuge testimonia de su vida cristiana
            ¿De dónde podemos inferir esta enorme responsabilidad y compromiso del marido? De las propias Escrituras. El esposo debe amar, cuidar, proteger y tratar con especial cuidado a su cónyuge (1 Pedro 3.7). Esto implica tratar a la esposa con sabiduría y concederle el honor y lugar que le corresponde.

3.3. Valorar que son una sola carne

            No podemos olvidar que en la relación de pareja el esposo y la esposa se convierten en una “sola carne”. Amar  a la esposa es fundamental. Si expresamos un sentimiento destructivo hacia ella es tanto como atentar contra nuestro propio cuerpo (Efesios 5.28). Enfatizo en lo que dice el texto:“El que ama a su esposa, a sí mismo se ama”
            Otro aspecto importante es tener en cuenta que así como cuidamos nuestro cuerpo, y el Señor Jesús cuidad de su esposa, la Iglesia, debemos cuidar de nuestro cónyuge (Efesios 5:29).  No podemos perder de vista el hecho de que junto con nuestra esposa somos “una sola carne” (Efesios 5:31-33).
            Y por último, no olvide que es a través de dos pasos que logramos éxito a nivel familiar: El primero, concederle a Dios el primer lugar, y el segundo, oración a nivel familiar. Puedo asegurarle que son cimientos infalibles que le llevarán a la victoria siempre.

4. Preguntas para la discusión en grupo:

a. ¿Hay en nuestro hogar evidencias de machismo?
b. ¿Qué trato reciben nuestro cónyuge y nuestros hijos?
c. En la toma de decisiones, ¿inciden nuestro cónyuge y nuestros hijos?
d. ¿Se ha preguntado por qué las Escrituras ordenan al esposo que ame a su cónyuge?
e. ¿Ama usted a su esposa y le expresa ese amor con palabras y hechos?
f. ¿Hay correctivos que debe aplicar en el trato que le prodiga a su esposa y sus hijos?
g. ¿Podría asumir un compromiso de cambio, en el que se esforzará esta semana con ayuda de Dios?

5. Oración al terminar la Célula familiar:


“Amado Padre celestial, reconocemos como familia que hay dificultades y que muchos de los problemas tienden a agravarse porque nos falta la humildad necesaria para reconocer que hemos fallado y que es urgente aplicar correctivos. Ayúdanos a determinar si en la relación ha venido imperando el machismo y, con Tu poder, disponernos a cambiar. Sabemos que no es posible en nuestras fuerzas pero sí con tu divina intervención. Sometemos nuestra vida y hogar en tus manos. Amén”

Es tiempo de buscar a Dios en oración

1. Lectura Bíblica: 1 Tesalonicenses 5:17

2. Versículo para memorizar:

“Nunca dejen de orar.”(1 Tesalonicenses 5.17. NTV)

3. Reflexión en la Palabra de Dios:

Hace pocos días leí un libro que—lo confieso—me llamó poderosamente la atención pero, además, me movió los cimientos. Muy sencillo, a decir verdad, pero con dos interrogantes que todavía me tienen inquieto: ¿Sabe usted orar?¿Se ha preguntado por qué sus oraciones no son eficaces?
            El autor, de quien prefiero guardar reserva, dio en el punto. Creo que usted, ahora mismo, quedará igual de intranquilo con los dos cuestionamientos.
            ¿A qué se debe esto? A que pasamos poco tiempo en oración o tal vez, si oramos, divagamos en palabras y no vamos al asunto central, el que nos motiva a doblar rodilla. Y si acaso oramos, seguimos guardando en el corazón un profundo vacío. Tal vez no actuamos movidos por la fe sino por la desesperación. Un laberinto sin salida, sin duda.
            En uno de sus célebres sermones de la década de los setenta, el famoso evangelista Billy Graham dijo: “La oración es una conversación de ida y vuelta. Hablamos con Dios, y Él habla con nosotros. Como cristianos tenemos un Padre celestial que escucha y contesta nuestras oraciones… Jesús lo dijo: “Todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis…”(Mateo 21.12) No hay hombre o mujer cuya vida haya sido de valor positivo en la iglesia y en el Reino de Dios que no haya sido una persona de oración. Es mal negocio argumentar que estamos demasiado ocupados y no orar. Un cristiano que no ora es un cristiano impotente. Jesús nuestro amado Salvador pasó muchas horas en oracióbn. A veces estuvo toda la noche en la cumbre de una colina, en comunión con Dios el Padre. Y si él sentía la necesidad de orar, ¡Cuánto más precisamos usted y yo de la oración!”(Citado por Joan Winmill Browm, en “Día a día con Billy Graham”. Editorial Mundo Hispano. EE.UU. 2008)
            Las palabras del célebre evangelista son muy apropiadas y coinciden con lo que enseña la Palabra: “Nunca dejen de orar.”(1 Tesalonicenses 5.17. NTV)
            Siempre resulta bien hacer un alto en el camino y preguntarnos cómo anda nuestra vida de oración. Como cristianos y más si ocupamos una posición de liderazgo, reviste particular importancia que pasemos tiempo en la Presencia de nuestro Hacedor.
            En las Escrituras leemos que nuestro Señor Jesús oraba continuamente. Iniciaba y terminaba sus extenuantes jornadas en oración (Mateo 14:23; Marcos 1:35, 6:12). Otros autores del Nuevo Testamento, como el apóstol Pablo y Judas, insisten en la necesidad e importancia de orar (1 Tesalonicenses 5:17; Romanos 8:26, 27; Judas 20)
            Orar es hablar con Dios, sin  pretensiones diferentes a exaltarle, pedir su voluntad para nuestras vidas y, si requerimos algo, solicitarlo como un hijo a su Padre. Es tiempo de revisar nuestras oraciones. Es tiempo de cambiar. Con ayuda del Señor, podemos lograrlo.
            Si no ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga. Puedo asegurarle que no se arrepentirá.

4. Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:

a. ¿Qué significa 1 Tesalonicenses 5:17 para mi vida?
b. ¿Debo imprimir cambios radicales a mi vida espiritual?
c. ¿Le estoy dando un lugar de prelación a orar?
d. ¿Cómo podría mejorar mi vida de oración?

e. ¿Estoy enseñando a mi familia a orar?

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Dios nos llama como familias a crecer en la fe

1. Lectura Bíblica: Proverbios 29:18

2. Meditación familiar:

Fe. Una palabra pequeña. Tan solo dos letras. Un significado enorme, como un océano. Fe. La pequeña palabrita la repitió Laura no solo una sino miles de veces. Fe para salvar su matrimonio. Fe en los momentos en los que la soledad de su habitación se tornaba más densa y parecía que jamás llegaría el sosiego. Fe para no renunciar cuando desvelada y al filo de la madrugada, terminaba por abandonarse a la resignación. Su marido no llegaba. Sin duda, otra nueva aventura en su historial de amoríos con los que minaba cada vez más la relación.
            Y esa fe en la que se afincó, que la motivó a orar cuando ni siquiera quería volver sus ojos al cielo, fue la que salvó la relación.
            Rodolfo llegó un sábado en la tarde totalmente decepcionado. Largos años de desenfreno le habían agigantado el enorme vacío que dominaba su corazón. Y no solo le pidió perdón sino que le rogó una nueva oportunidad. Tan cambiado estaba que soportó con estoicismo la cascada de reclamaciones de su mujer. Hoy día no solo están juntos sino que no hay fin de semana que no procuren estar juntos. ¡Dios obró el milagro!
            Y es que esa fe de la que tanto hablamos, está ausente de nuestras familias. Cuando vamos al libro de las familias victoriosas que es la Biblia, leemos un sabio consejo del rey Salomón: Cuando la gente no acepta la dirección divina, se desenfrena. Pero el que obedece la ley es alegre.”(Proverbios 29:18. NTV)
            Son apenas dos líneas pero encierran una profunda enseñanza que cobra especial vigencia hoy: Si Dios no reina en nuestra vida, estamos condenados a ir al abismo, a nivel personal y familiar. No obstante, quien decide abrirle las puertas de su hogar a Dios, encontrará salida a las dificultades. ¿De qué manera? Poniendo en práctica la fe. Fe que nos hace vencedores. Fe que hace posible lo imposible. Fe que cambia las circunstancias.
            Leí en uno de los libros de Joel Osteen, una reflexión que comparto con usted: “Mi deseo es hablar de fe para sembrarla en la vida de los demás, animándoles cuando estén desanimados, promoviendo la generación de semillas de grandeza, las que Dios ha plantado en su interior, asegurándoles que lo mejor está por venir…”(Joel Osteen. “Este es tu momento”. Editorial Free Press. 2009. EE.UU. Pg. 5)
            La fe es la que nos ayuda a creer que todo puede ser diferente, en la esfera personal y familiar, aun cuando las circunstancias digan lo contrario. La fe es la que nos concede el valor para superar los obstáculos. Fe para que lo imposible se haga posible. Es la fe que necesitamos y que Dios nos concede diariamente.
            Si no ha recibido a Cristo como Señor y Salvador hoy es el día para que lo haga. Puedo asegurarle que no se arrepentirá.

3. Oración familiar:

“Amado Dios, reconocemos como familia que si ti, nada somos. Si hemos logrado permanecer unidos y en victoria es porque nos has dado la fortaleza, el valor y la humildad para encontrar salidas a las crisis cuando tocaron a nuestra puerta. Sometemos esta jornada en tus manos y te pedimos que nos sigas acompañando. Amén”

4. Una Meta familiar para hoy:

Depositaré toda mi fe en Dios, en la certeza de que Él hará algo especial con mi cónyuge y mis hijos trayendo cambio.


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Dios no acepta el machismo en el hogar

“Llevo 13 años de matrimonio. No puedo negar que mi esposo es un buen hombre, lo que no deja de lado jamás es su machismo. No desaprovecha la oportunidad para hacerme sentir mal por mi condición de mujer. Incluso, y como va a la Iglesia, me cita la Biblia. Desconozco cuántas mujeres enfrentan la misma situación, pero es desalentador mi panorama. La relación por momentos llega a tornarse tensa, insostenible.”
L.M.G., desde Guayaquil, Ecuador

Respuesta:

La situación de mujeres enfrentando el machismo de sus esposos no es nueva, particularmente en países de Latinoamérica, y el fenómeno tiende a crecer. Sin lugar a equívocos podríamos decir que los matrimonios están en crisis. No todos, pero buena parte de ellos. ¿A qué se debe esta situación? Al desorden que impera y que ha llevado a desconocer y valorar la función de otro.
            El esposo debe orientar, guiar y amar a su familia, partiendo de su esposa. Ella a su vez, se sujeta al esposo no para ser subyugada y perder toda oportunidad de pensar y decidir, sino para constituirse en ayuda idónea. Es esencial que revisemos los rolles de la pareja y aprendamos –de acuerdo con las Escrituras—el papel que juega la esposa en la relación.
            Cuando vamos a las Escrituras encontramos que la relación de pareja se fundamenta en reconocer, valorar y respetar la posición de cada uno de los cónyuges.
            ¿Cómo entender la sujeción? En primer lugar es importante anotar que la sujeción mutua forma parte del esquema matrimonial (Efesios 5:21), y se orienta en dos sentidos: Sujeción a Dios, y sujeción entre los cónyuges.
            La sujeción mutua al interior de la relación de pareja está en el plan de Dios (Efesios 5:22), pero entendamos algo: Una esposa se sujeta a su marido en reconocimiento del papel que él juega en el hogar (Colosenses 3.18). Ligado a esto es esencial aclarar que la sujeción de la esposa no puede ser interpretada como sometimiento o subyugación
            De acuerdo con las Escrituras, la sujeción de la esposa es una forma de testimoniar que se trata de una mujer cristiana (1 Pedro 3:1). Es reconocer el orden establecido para la familia, y constituye una forma de testimoniar de Cristo al esposo.

Una relación de compromiso

La relación de pareja se afianza con el compromiso del esposo de brindar cuidado a su cónyuge e hijos. El que la esposa acepte sujetarse a su marido debe ser apreciado desde una perspectiva cristiana y no machista (Efesios 5.23)
            El apóstol Pablo ilustra la relación de pareja con la relación de Cristo y su iglesia (Efesios 5:24). Deja claro que el esposo es cabeza en el hogar y debe tener especial cuidado de su cónyuge y de los hijos
             Las Escrituras establecen un imperativo para los esposos: Amar a su cónyuge (Efesios 5:25-27). El amor del esposo hacia su cónyuge se expresa con comprensión y apoyo, sin asperezas (Colosenses 3.19)
            Es importante resaltar aquí que el buen trato que le da el esposo a su cónyuge testimonia de su vida cristiana
            ¿De dónde podemos inferir esta enorme responsabilidad y compromiso del marido? De las propias Escrituras. El esposo debe amar, cuidar, proteger y tratar con especial cuidado a su cónyuge (1 Pedro 3.7). Esto implica tratar a la esposa con sabiduría y concederle el honor y lugar que le corresponde.

Una sola carne

            No podemos olvidar que en la relación de pareja el esposo y la esposa se convierten en una “sola carne”. Amar  a la esposa es fundamental. Si expresamos un sentimiento destructivo hacia ella es tanto como atentar contra nuestro propio cuerpo (Efesios 5.28). Enfatizo en lo que dice el texto:“El que ama a su esposa, a sí mismo se ama”
            Otro aspecto importante es tener en cuenta que así como cuidamos nuestro cuerpo, y el Señor Jesús cuidad de su esposa, la Iglesia, debemos cuidar de nuestro cónyuge (Efesios 5:29).  No podemos perder de vista el hecho de que junto con nuestra esposa somos “una sola carne” (Efesios 5:31-33).
            Y por último, no olvide que es a través de dos pasos que logramos éxito a nivel familiar: El primero, concederle a Dios el primer lugar, y el segundo, oración a nivel familiar. Puedo asegurarle que son cimientos infalibles que le llevarán a la victoria siempre.

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Con ayuda de Dios alcanzamos paz interior

Título de la Conferencia: Alcance armonía en su mundo interior

Base Bíblica: Mateo 8:23-27.

Introducción:

Dios desea que experimentemos sanidad en nuestro mundo interior. Él sabe que, aun cuando deseamos servirle, es probable que tengamos hechos traumáticos y sólo Él puede sanarnos. Conoce nuestro mundo interior y sana las heridas. Hoy es el día para que entregue su ser en manos de Aquél que puede hacer algo especial con su vida, traer armonía a su existencia y sentar las bases para que alcance la victoria.

I.- LA LUCHA POR ARMONIZAR NUESTRO MUNDO INTERIOR

1.- Un problema común entre los líderes es ¿cómo lograr armonía en nuestro mundo interior?
            a.- Hay desorganización en la dimensión privada de muchos de nosotros.
            b.- Generalmente todos manejamos la dimensión pública. Guardamos una imagen.
2.- El Señor Jesús reveló que el secreto de la armonía en el mundo interior es “permanecer”(Del Gr. Mero, que traduce quedarse, continuar, permanecer, vivir). “…el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”(Juan 15:4, 5).
            a.- Es posible lograr la armonía de nuestro mundo interior si Cristo gobierna todas las áreas.
            b.- Es necesario examinarnos:
            ¿Estamos siendo arrastrados por la sociedad, pensando y actuando como todos esperan sin que haya armonía en nuestro mundo interior?
            ¿Nos movemos por un genuino llamamiento de Jesucristo y estamos avanzando en el crecimiento personal y espiritual?
            ¿Cuánto tiempo asignamos a una auto evaluación y firme propósito de crecimiento personal y espiritual?
¿Pasamos tiempo en la presencia de Dios, permitiendo que Él armonice nuestro mundo interior?
Ilustración: Charles Cowman es ejemplo de armonía del mundo interior. Fue pionero en las misiones hacia Japón y Corea. Se jubiló prematuramente por quebrantos de salud. Pese a ello, no renegaba ni se irritaba. Simplemente esperaba en Dios.
3.- El Síndrome del vacío interior:
            Muchos de nosotros guardamos  enormes vacíos. Cuando menos lo esperamos, socavan y destruyen nuestro mundo interior.
            a.- Tarde descubrimos que nos hemos desgastando en cultivar la dimensión pública y no nuestro mundo interior. Conquistamos títulos académicos y reconocimiento al interior de la iglesia, pero dentro nuestro no hay crecimiento personal ni espiritual.
            b.- Con el peso del tiempo y aunque no queremos aceptarlo, nos enfrentamos a la realidad de un mundo interior en caos.
            c.- El cansancio de tanta actividad para mostrar nuestra “elevada espiritualidad”, llega a gobernarnos. Nos asaltan la decepción, la fatiga, el fracaso y la derrota.
4.- El caos en nuestro mundo interior ejerce directa incidencia en la vida espiritual.
            a.- No es lo “devocional” simplemente, sino lo “espiritual” en su conjunto.
            b.- Se produce “esterilidad” en nuestro mundo interior.
            c.- Sin Cristo en nuestro mundo interior, se produce un naufragio inevitable   (Mateo 8:23, 24).
4.- Solamente cuando se llena el vacío de nuestro mundo interior, se producirá un cambio externo (Proverbios 4:23).
            a.- Un corazón protegido contra las influencias externas.
            b.- Que tenga la fortaleza suficiente para poner en orden el mundo interior.
            c.- Llenar el vacío del mundo interior obliga a una renovación en nuestra        forma de mirar la vida, y de pensar (Romanos 12:2).

II.- JESUCRISTO BUSCA HOMBRES Y MUJERES DISPUESTOS A SER TRANSFORMADOS.

1.- Jesucristo obra en aquellos que están dispuestos a dejarse moldear. Los doce discípulos son un ejemplo.
            a.- hay quienes ni siquiera hacen un alto en el camino ministerial para            tomar un sueño reparador o preguntarse, ¿cómo está mi relación con los             demás?
            b.- Las presiones sociales, económicas y religiosas del entorno nos enferman             física y espiritualmente.
            c.- Los seres impulsados (arrastrados por el deseo de ser reconocidos y           alcanzar logros que eleven su ego) no descansan.
Características:

            Sólo les satisfacen los logros.
            Están a la expectativa de obtener cada vez mayores reconocimientos.
            Llegan a tornarse egoístas. Se tornan falsos. Negocian sus principios y valores.
            Con frecuencia se les dificulta tener una buena relación con los demás. Los     logros les resultan más importantes que las personas.
            Son muy capaces. El avance ve a los demás como enemigos o competidores.
            A menudo son irascibles. Explotan al menor asomo de oposición o        deslealtad.
            Se mantienen tan ocupados que  no se ocupan de sí mismos ni de sus             familias.
2.- No siempre quien hace más cosas para el reino de Dios está dentro de Su voluntad divina o le agrada.
3.- Quienes obran impulsados sin medida, jamás recibieron reconocimiento de sus padres en la niñez. No valoraban sus pequeños logros.
            a.- Recibieron expresiones como “Inútil” o “Jamás servirás para nada”.
            b.- La persona trata de responder al menosprecio de que fue objeto.
            c.- Tampoco recibieron amor, tolerancia ni comprensión en la niñez.

Introducción:

Si deseamos que nuestro ministerio sea eficaz, es necesario que entreguemos todo nuestro ser en manos del Señor Jesucristo. Permitir que trate todo nuestro ser y traiga la sanidad interior que tanto anhelamos. Él es el único que puede hacerlo. No es en nuestro poder ni en nuestras fuerzas. Quien hace la obra y trae a nuestra vida interior una paz que sobrepasa todo entendimiento, es el Señor Jesús. Es el fundamento para ser un líder eficaz.



Es importante desarrollar una buena relación con Dios, en oración
¿Realmente sabemos orar?

Hace pocos días leí un libro que—lo confieso—me llamó poderosamente la atención pero, además, me movió los cimientos. Muy sencillo, a decir verdad, pero con dos interrogantes que todavía me tienen inquieto: ¿Sabe usted orar?¿Se ha preguntado por qué sus oraciones no son eficaces?

            El autor, de quien prefiero guardar reserva, dio en el punto. Creo que usted, ahora mismo, quedará igual de intranquilo con los dos cuestionamientos.

            ¿A qué se debe esto? A que pasamos poco tiempo en oración o tal vez, si oramos, divagamos en palabras y no vamos al asunto central, el que nos motiva a doblar rodilla. Y si acaso oramos, seguimos guardando en el corazón un profundo vacío. Tal vez no actuamos movidos por la fe sino por la desesperación. Un laberinto sin salida, sin duda.

            En uno de sus célebres sermones de la década de los setenta, el famoso evangelista Billy Graham dijo: “La oración es una conversación de ida y vuelta. Hablamos con Dios, y Él habla con nosotros. Como cristianos tenemos un Padre celestial que escucha y contesta nuestras oraciones… Jesús lo dijo: “Todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis…”(Mateo 21.12) No hay hombre o mujer cuya vida haya sido de valor positivo en la iglesia y en el Reino de Dios que no haya sido una persona de oración. Es mal negocio argumentar que estamos demasiado ocupados y no orar. Un cristiano que no ora es un cristiano impotente. Jesús nuestro amado Salvador pasó muchas horas en oracióbn. A veces estuvo toda la noche en la cumbre de una colina, en comunión con Dios el Padre. Y si él sentía la necesidad de orar, ¡Cuánto más precisamos usted y yo de la oración!”(Citado por Joan Winmill Browm, en “Día a día con Billy Graham”. Editorial Mundo Hispano. EE.UU. 2008)

            Siempre resulta bien hacer un alto en el camino y preguntarnos cómo anda nuestra vida de oración. Como cristianos y más si ocupamos una posición de liderazgo, reviste particular importancia que pasemos tiempo en la Presencia de nuestro Hacedor.

            En las Escrituras leemos que nuestro Señor Jesús oraba continuamente. Iniciaba y terminaba sus extenuantes jornadas en oración (Mateo 14:23; Marcos 1:35, 6:12). Otros autores del Nuevo Testamento, como el apóstol Pablo y Judas, insisten en la necesidad e importancia de orar (1 Tesalonicenses 5:17; Romanos 8:26, 27; Judas 20)

            Iniciamos hoy el Segundo Nivel de la Escuela de Oración. Nuestro clamor al Padre celestial es que el material se constituya para usted en una valiosa herramienta, que contribuya decididamente a su crecimiento espiritual, y que pueda aprovechar al máximo las pautas que ofrecemos—con fundamento en la Biblia—para que otras personas experimenten enriquecimiento espiritual.

            ¡Bienvenido a la maravillosa experiencia de orar!

Fernando Alexis Jiménez, autor

Léanos en www.guerraespiritual.org y www.bosquejosparasermones.com 


A través del Discipulado experimentamos crecimiento

Nivel I - Discipulado

Siempre me ha impactado una enseñanza que impartió el Señor Jesús a sus discípulos y que cobra particular vigencia en nuestro tiempo. “Jesús se acercó a ellos y les dijo:--Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”(Mateo 28:18-20. Versión Popular).

Este pasaje está estrechamente ligado a una promesa bíblica que el Señor ha colocado en quienes estamos íntimamente vinculados a este ministerio, el cual hallamos en el libro de los Salmos: “Pídeme que te de las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré”(Salmos 2:8).

Son dos pasajes bíblicos que encierran un profundo significado. El primero, el mandado del amado Hijo de Dios para que compartamos las Buenas Nuevas a todas las criaturas sin importar su raza, idioma, ubicación geográfica o condición económica. ¡Todos y cada uno son llamados a la Salvación por la predicación del Evangelio!

La segunda, llevarlas a formar parte del cuerpo de la Iglesia mediante el testimonio de su fe que se materializa a través del testimonio, y la tercera, la instrucción de enseñarles los principios contenidos en el Evangelio que conocemos como Doctrinas, las que deben hacerse reales en cada creyente que las asume en una Vida Cristiana Práctica. Hacia ese objetivo nos enfocamos: que la vida cristiana deje de ser mera teoría y religiosidad para que se torne algo práctico, evidente a todos.

Si lo hacemos, tú y yo nos convertimos en agentes de cambio donde quiera que estemos. Nuestra predicación será más efectiva  porque antes que palabras, será realidad a través de los hechos. Todos dirán: “En este hombre o en esta mujer hay algo diferente y yo quiero tenerlo también en mi”. Habremos dado el primer paso, y el de mayor trascendencia, para que el Evangelio de Jesucristo se difunda en el mundo. ¡La conquista del mundo comienza contigo!.

Hoy comienzas el primer nivel del Discipulado Vida Cristiana Práctica. Como autor del texto, tengo el firme convencimiento de que las oraciones a Dios serán respondidas mediante tu crecimiento espiritual y personal.

Sigue adelante siempre, a pesar de los obstáculos que halles en el camino. No será fácil, pero recuerda: tampoco imposible. ¡Tu fuiste llamado a ser vencedor en Cristo! Nada podrá detenerte. Y si consideras que estás a punto de renunciar a todo, vuelve tu mirada a Jesús el Señor. Él te dará la fortaleza necesaria para proseguir el camino.

Estoy convencido que, guiado por el Discipulador, acabas de comenzar una serie de Lecciones que enriquecerán tu crecimiento personal y espiritual...

Léanos en www.guerraespiritual.org y www.bosquejosparasermones.com 



El jugador cristiano, Radamel Falcao García, ejerce su fe dentro y fuera de la cancha
El pastor evangelista Marcos Vidal puede presumir de tener dos feligreses de altura. Entre los cerca de mil asistentes que acuden cada fin de semana a su iglesia, el predicador ha podido contar en los últimos años con la presencia de deportistas ilustres como Radamel Falcao o Kaká.
Es cierto que con el brasileño tengo más relación, pero para mí es un auténtico orgullo poder contar con ellos en nuestra comunidad”, cuenta Vidal a EL TIEMPO, diario de Colombia en su edición impresa.
Vidal, conocido también por su faceta musical además de por su labor religiosa, se siente muy orgulloso del trabajo que está realizando en Madrid: “Tengo la suerte de contar con una iglesia tan numerosa como la de Salem. Quizá mi influencia en Latinoamérica hace que pueda servir de referente para la gente nueva que viene a la ciudad”.
Su iglesia, situada en el humilde barrio madrileño de Carabanchel, es la más numerosa de todas las evangelistas de la capital española. Es allí, en la casa de Dios, donde conoció por primera vez al ‘Tigre’.
Vidal dijo: “Recuerdo que vino junto a su mujer (Lorelei Tarón) cuando jugaba en el Atlético de Madrid. Los años que vivía aquí acudía con mucha frecuencia. Pero es cierto que en varias ocasiones llegaba justo cuando comenzaba el culto y se iba nada más finalizar o incluso unos minutos antes para no llamar la atención”. Para él, el ariete colombiano es un auténtico ejemplo de humildad y compromiso: “Es una persona muy tranquila y fiel, con unos valores claros y consolidados. Además de ser un hombre campechano y accesible. Nuestra relación ha mejorado bastante con el paso del tiempo”.
La concepción que Vidal tenía sobre Falcao cambió el día en que comprobó la desmedida y desinteresada generosidad de su pupilo. “Poco tiempo después de que se fuera para fichar por el Mónaco vimos que nuestra cuenta bancaria recibía un ingreso importante. Luego comprobamos que había sido él”, explica con alegría el guía espiritual de un futbolista que quiso acordarse de los suyos desde Francia. “Sabía que nosotros estamos en un local alquilado y que intentamos hacernos con un sitio fijo. Por eso hizo el ingreso sin que le pidiésemos nada”, rememora enternecido.
En ese momento, el religioso no dudó en escribir a Falcao: “Le mandé un mensaje privado a través de Twitter agradeciéndole el gesto y él me contestó que lo había hecho con mucho gusto”. 
Meses después, el ‘killer’ repetiría movimiento con otra nueva inyección monetaria.
Debido al actual proceso de recuperación de su lesión, Falcao ha vuelto a ‘casa’. “Aunque hemos mantenido siempre el contacto, estoy contento de haberle vuelto a ver por aquí físicamente aunque sea por motivos de salud. Me lo he encontrado muy fuerte y ahora hay que pedirle a Dios que le permita estar disponible para ayudar a Colombia en el Mundial”, expone confiado.
Llegue o no a Brasil, Vidal jamás olvidará la colosal colaboración de uno de los mejores atacantes del planeta.
Autor: NACHO LABARGA - Para EL TIEMPO - Madrid
NOTA IMPORTANTE: Este reportaje se escribió antes del Mundial del Fútbol. No obstante hay que anotar que Falcao sigue siendo cristiano evangélico y asiste a una iglesia.
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