Dios nos ayuda a crecer como familia |
1.- Lectura
Biblica: Mateo 7:24-27
2.- MeditaciĆ³n
familiar:
Cierta
joven con la que hablƩ al tƩrmino de una conferencia en la Universidad, me
compartiĆ³ su razĆ³n para no caer en la promiscuidad sexual como habĆa acontecido
con el resto de sus compaƱeros. “Mis
padres me formaron en principios cristianos; por ese motivo tengo muy claro que
no puedo ni debo ceder a mis deseos simplemente para obtener un placer
momentƔneo. Cuando decida la intimidad con alguien, ese alguien serƔ mi esposo
para siempre”, dijo.
Puede que su posiciĆ³n no
resultara muy popular en el campus universitario, pero puedo asegurarle que no
solo le evitĆ³ muchos dolores de cabeza sino que se convierte en el primer paso
para construir un matrimonio sĆ³lido.
Sentar las bases de un hogar que
permanezca en el tiempo, que logre superar los tropiezos y los embates de los
desiertos que no faltan en la relaciĆ³n de pareja y con los hijos, parte de un
fundamento: Alimentar la relaciĆ³n con principios y valores. Preceptos que nos
ayudan a permanecer firmes en medio de una sociedad descompuesta como la
nuestra.
El SeƱor JesĆŗs compartiĆ³ con
millares de personas y con nosotros hoy, una enseƱanza que jamƔs pierde
vigencia: “Todo el que
escucha mi enseƱanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa
sobre una roca sĆ³lida. Aunque llueva a cĆ”ntaros y suban las aguas de la
inundaciĆ³n y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrĆ” abajo porque
estƔ construida sobre un lecho de roca. Sin embargo, el que oye mi enseƱanza y no
la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena.
Cuando vengan las lluvias y lleguen las inundaciones y los vientos golpeen
contra esa casa, se derrumbarĆ” con un gran estruendo».Cuando JesĆŗs terminĆ³ de decir esas cosas, las multitudes
quedaron asombradas de su enseƱanza, porque lo hacĆa con verdadera autoridad,
algo completamente diferente de lo que hacĆan los maestros de la ley
religiosa.”(Mateo 7:24-27 NTV)
Forjar una familia en principios
y valores no es un proceso que se da de la noche a la maƱana. Demanda tiempo y
perseverancia. Los primeros llamados a asumir el compromiso de cambio, somos
los esposos; transferimos—a partir del ejemplo—esa misma visiĆ³n a nuestro
cĆ³nyuge y vamos extendiendo a nuestros hijos la importancia de estar edificados
en pautas claras, patrones de vida que interiorizamos y que terminan por
afectar positivamente nuestra forma de pensar y de actuar. Si Dios ocupa el
primer lugar, sin duda avanzaremos en la direcciĆ³n correcta y aun cuando vengan
dificultades, no temeremos porque vamos seguros, asidos de la mano del que Todo
lo Puede.
Los principios y valores nos
permiten cimentar una buena integraciĆ³n en la pareja pero tambiĆ©n, en el
esquema padres-hijos. Constituyen basamentos que permanecen en el tiempo, que
resultan inamovibles aun cuando el mundo que nos rodea sea inmoral y legitime
la violencia intrafamiliar, la separaciĆ³n ante la mĆ”s leve seƱal de alarma y la
promiscuidad sexual.
Cito aquĆ lo que plantea el
autor William Wuese, que resulta apropiado para nuestra reflexiĆ³n: “Yo creo que el ser uno solo, en nuestra
condiciĆ³n de pareja, es lo que hace tan especial el matrimonio. La relaciĆ³n
matrimonial debe ser un paralelismo que
el SeƱor quiere con cada uno de nosotros: Una relaciĆ³n profunda e Ćntima en la
que se comparten las emociones, puntos de vista, deseos y pensamientos
mutuos.”(Bill Wuese. “23 minutos en el infierno”. 2006. Casa CreaciĆ³n. EE.UU.
Pg. 52)
En Dios, con ayuda de Dios y
mediante la permanencia en Dios, nuestra vida cobra sentido. Cada instante vale
la pena ser vivido. Las situaciones, por difĆciles que parezcan, se pueden
superar. No hay razĆ³n para temer, sino para avanzar hacia la victoria sobre
toda situaciĆ³n cotidiana que salga al paso. Recuerde que el secreto estriba en
darle a Dios el primer lugar, y el segundo paso: fundamentar nuestra familia en
principios y valores.
Si
no ha recibido a JesĆŗs como SeƱor y Salvador, hoy es el dĆa para que lo haga. Puedo
asegurarle que nuestro amado Salvador traerĆ” cambio a su vida y a su familia…
3.- OraciĆ³n
familiar:
“Dios de los cielos, gracias
por gobernar nuestro hogar. Si en algĆŗn momento, por negligencia, hemos
olvidado que debes y estƔs llamado a ocupar el primer lugar en nuestra familia,
te pedimos que nos ayudes a corregir y nos ayudes a retomar el sendero. Sometemos
como familia este dĆa en tus manos y te pedimos nos orientes para edificar la
relaciĆ³n a partir de principios y valores.”
4.- Una Meta
familiar para hoy:
Desde hoy me fijo la meta de edificar la familia a
partir de principios y valores
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